martes, 16 de octubre de 2012

Examen del cuello




EXAMEN FÍSICO DEL CUELLO

Inspección:
Está orientada a buscar cambios en: La forma del cuello (adenopatías, bocio, lipomas, quistes o tumores). En este caso es muy importante la ubicación del aumento de volumen cervical pues nos orientará en el diagnóstico. La piel: signos vasculares, congestión venosa, cicatrices quirúrgicas, nevos, melanoma y radiodermitis. También puede verse el orificio externo de fístulas. Debe examinarse la posición y movilidad de la cabeza en busca de espasmos musculares.

Palpación: La palpación se lleva a cabo desde el frente o desde atrás del paciente, lo importante es que ambos lados deben ser palpados y comparados. La cabeza debe inclinarse levemente hacia delante para relajar los tejidos blandos. La palpación en busca de adenopatías debe ser sistemática y se recomienda seguir un orden: desde los linfonodos submentonianos hacia los submandibulares, luego a lo largo de esternocleidomastoideo hasta el espacio supraclavicular, y desde ahí siguiendo el curso del nervio accesorio terminando en los grupos retroauricular y preauricular.
La palpación de la glándula tiroides se realiza desde atrás del enfermo, con los pulgares afirmados debajo de la nuca y los dedos restantes sobre la región tiroidea en la cara anterior del cuello. Es útil ubicar la posición del cartílago cricoides, ya que inmediatamente bajo él se encuentra el istmo tiroideo. En esta posición se indica al enfermo que degluta mientras se intenta delimitar los lóbulos tiroideos. La glándula asciende con los movimientos deglutorios.
Finalmente debe palparse la tráquea, evaluar su movilidad en sentido lateral y su ubicación en la línea media (descartar desplazamientos).
Auscultación: Debe realizarse cuando se sospecha tumor del cuerpo carotideo, aneurismas vasculares, estenosis carotidea o bocio hipertiroideo.              

LA TIROIDES
La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la tráquea. Es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas. La glándula tiroides ayuda a establecer el metabolismo, La manera en la cual el cuerpo obtiene energía de los alimentos que se ingieren. Una glándula tiroides que no sea lo suficientemente activa, hipotiroidismo, es mucho más común. Esta puede provocar que suba de peso, fatiga y dificultad para lidiar con las bajas temperaturas. Cuando la tiroides es demasiado activa, produce más hormona tiroidea que aquella que el cuerpo necesita. Ese cuadro se llama hipertiroidismo. El exceso de hormona tiroidea puede hacerlo bajar de peso, aumentar la frecuencia cardiaca y hacerlo muy sensible al calor.

Lesiones del tiroides

Bocio simple: Es un agrandamiento de la glándula tiroides y no es cáncer. Un bocio simple puede darse por una razón desconocida o cuando la glándula tiroides es incapaz de producir suficiente cantidad de la hormona tiroidea para satisfacer las necesidades corporales: la glándula tiroides se agranda para bocios simples pueden presentarse en personas que viven en áreas con suelos pobres en yodo. Es posible que las personas de estas áreas no obtengan yodo suficiente en su alimentación.


El bocio nodular tóxico:   Implica un agrandamiento de la tiroides con una masa o con masas pequeñas y redondas llamadas nódulos. Estos nódulos producen demasiada hormona tiroidea. El bocio nodular tóxico crece a partir de un bocio simple existente y se presenta con mayor frecuencia en personas de edad avanzada. Los factores de riesgo son ser mujer y tener más de 60 años de edad. Este trastorno casi nunca se observa en niños.


Hipertiroidismo: Es una afección en la cual la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroidea. La afección a menudo se denomina "tiroides hiperactiva". El hipertiroidismo ocurre cuando la tiroides libera demasiada cantidad de hormonas en un período de tiempo corto (aguda) o largo (crónica). Este problema puede ser ocasionado por muchas enfermedades y afecciones, como:

  • Recibir demasiado yodo
  • Enfermedad de Graves (representa la mayoría de los casos de hipertiroidismo)
  • Inflamación (tiroiditis) de la tiroides debido a infecciones virales u otras causas
  • Tumores no cancerosos de la glándula tiroidea o de la hipófisis
  • Tumores de los testículos o de los ovarios
  • Tomar grandes cantidades de hormona tiroidea


Tiroiditis subagudas: la tiroiditis subaguda es probablemente vírica, habiéndose relacionado con diversos agentes como virus coxsakie, virus de la parotiditis, adenovirus, virus influenza, virus de Epstein-Barr, tras vacunación con virus de hepatitis B,...; existiendo al parecer cierta predisposición genética para su desarrollo, habiéndose asociado con mayor frecuencia a determinados HLA. La tiroiditis subaguda de De Quervain es un proceso frecuente, sobre todo en mujeres jóvenes o de mediana edad. Se caracteriza desde el punto de vista clínico por la aparición brusca, generalmente tras un proceso infeccioso de vías aéreas superiores, de fiebre Moderada, malestar general, y dolor en región tiroidea, el cual puede irradiarse. A faringe, mandíbula u oídos, estando generalmente la glándula tiroidea aumentada de tamaño y de consistencia, siendo la palpación muy dolorosa, pero no existiendo habitualmente el calor local o enrojecimiento de las tiroiditis agudas.

Tiroiditis aguda: Los agentes etiológicos responsables son infecciones generalmente bacterianas (sobre todo estreptocócicas y estafilocócicas), fúngicas y rara vez parasitarias, cuyo origen suele ser el tracto respiratorio superior, aunque también pueden originarse por diseminación hematógena desde un foco primario, por traumatismo penetrante directo o a partir de remanentes del conducto tirogloso. La tiroiditis aguda es un cuadro clínico poco frecuente, caracterizado por la aparición brusca de dolor y otros signos inflamatorios en región tiroidea (calor local y enrojecimiento de la piel), existiendo con frecuencia disfagia y disfonía acompañantes. Puede existir fiebre moderada o alta. La palpación tiroidea es muy dolorosa y la velocidad de sedimentación está generalmente elevada con leucocitosis importante. La función tiroidea suele ser normal, pero se han descrito casos de hipotiroidismo e hipertiroidismo.

Tiroiditis fibrosa invasiva o tiroiditis de Riedel: Es desconocida. Puede constituir una manifestación de una enfermedad generalizada del tejido conectivo, habiéndose descrito asociada a colangitis esclerosante primaria, pseudo. tumor de órbita, fibrosis mediastínica, fibrosis retro peritoneal o fibrosis de glándulas lacrimales, sin que esté claro si así ocurre, si representan manifestaciones anatómicas distintas de una misma enfermedad o una misma respuesta patológica a diferentes agentes etiológicos. Se caracteriza por la aparición de fibrosis extensa que se extiende incluso fuera de la glándula, cursando clínicamente en la mayoría de los casos como una masa indolora de consistencia pétrea y crecimiento lentamente progresivo que aparece generalmente sobre un bocio preexistente y que produce sintomatología compresiva sobre estructuras vecinas. No existe afectación ganglio

Tiroiditis de Hashimoto: La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad de carácter autoinmune (por auto anticuerpos anti tiroideos), causando una inflamación de la glándula tiroides. Es una causa frecuente de hipotiroidismo subclínico primario, por tiroiditis con bocio o con hipotiroidismo franco. Dentro de los síntomas más comunes destacan: Astenia, adinamia , Sequedad de la piel, Sensación de frío, Caída del pelo, Dificultad para concentrarse, Mala memoria, Estreñimiento, Aumento de peso, Disnea, Voz ronca, Hipermenorrea, Parestesias, Calambres, Artralgias (dolor en articulaciones), Hipoacusia, Uñas débiles y de crecimiento lento, Baja de la libido (deseo sexual).

Cáncer de tiroides: Su única manifestación es el nódulo solitario, en ocasiones se acompaña de metástasis manifiesta en los ganglios cervicales. Este tipo de cáncer también se manifiesta con un ganglio inflamado en el cuello, ronquera debida a la presión del tumor en el nervio laríngeo o dificultades para respirar o tragar.

Tumores tiroideos: aberrantes laterales de crecimiento lento de tipo papilar puede asociarse a metástasis de los ganglios cervicales antes que exista ninguna anomalía del tiroides.
Lesiones congénitas del cuello, tumores del cuerpo carotideo:
Lesiones congénitas
Quiste del conducto tirogloso: Las ubicaciones más frecuentes del quiste tirogloso es la línea media o levemente a un lado de la línea media, entre el istmo de la glándula tiroides y el hueso hioides o justo por encima del hioides. Un quiste tirogloso puede desarrollarse en cualquier punto a lo largo del conducto tirogloso, aunque los quistes en la lengua o el piso de la boca son poco frecuentes. Un quiste en el conducto tirogloso puede moverse hacia arriba al protruir la lengua.

Quiste y fistula de origen braquial: El quiste branquial es un trastorno congénito, caracterizado por la aparición de un nódulo o masa en el cuello de forma ovalada, movible y aparece justo por debajo de la  piel  entre  el músculo  esternocleidomastoideo y la faringe.   En la mayoría de los casos tiene su origen en el segundo arco branquial y por esa razón aparece en la cara lateral del cuello. Por lo general su aparición es en la edad preescolar después de una infección del tracto respiratorio superior. El diagnóstico lo corrobora una ecografía el cual visualiza su forma quística y su contenido. El tratamiento es la extirpación completa quirúrgica, pues no se reduce con medicamentos.


Higroma quístico: Es un tumor que a menudo se presenta en el área de la cabeza y el cuello. Es una anomalía congénita. Un síntoma común es un tumor en el cuello. Se puede detectar al nacer o descubrirse posteriormente en un bebé después de una infección de las vías respiratorias altas.

Tortícolis: Es un torcimiento del cuello, en el cual la cabeza apunta hacia un lado, mientras la barbilla o mentón está volteado hacia el otro.
El tortícolis puede ser:
  • Hereditaria: debido a cambios en los genes.
  • Adquirida: se desarrolla como resultado del daño al sistema nervioso, la parte superior de la columna o los músculos.
Si la afección ocurre sin una causa conocida, se denomina tortícolis idiopática. El tortícolis puede desarrollarse en la niñez o en la adultez. El tortícolis congénito (presente al nacer) puede ocurrir si la cabeza del feto estaba en posición incorrecta mientras crecía en el útero o si hay una lesión a los músculos o al riego sanguíneo al cuello del feto.

Tumores del cuerpo carotideo: Los tumores de cuerpo carotideo (para gangliomas) son neoplasias altamente vascularizadas, muy poco frecuentes y generalmente benignas, originadas en los quimiorreceptores del cuerpo carotideo.

hemostasia y convalescenia


Hemostasia  y convalecencia

Es la persistencia de unas condiciones estáticas o constantes en el medio interno. Depende de los órganos y los sistemas de órganos que van a ser controlados y regulados para llevar a cabo unas funciones determinadas.
Es la característica de un organismo vivo, mediante la absorción de alimentos y vitaminas (metabolismo) y regular las funciones que existen dentro de  él, para mantener una condición estable y constante. La homeostasis es posible gracias a los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de autorregulación.

CONVALECENCIA
Fase de recuperación una vez superada la fase aguda de una enfermedad hasta la recuperación total de la salud. La convalecencia es un período de recuperación gradual de la salud después de sufrir una enfermedad, un accidente o de una intervención quirúrgica.

La fase aguda se caracteriza porque el paciente adopta una posición fija, hay aumento de la temperatura, aumento de la frecuencia cardíaca  anorexia, bajo estado de ánimo, inhibición de las hormonas sexuales.

La fase de crisis se caracteriza porque el paciente siente dolor, hay interés de comer alimentos, hay peristaltismo, se interesa por el medio que le rodea, hay excreción de gases, y hay pequeño excreción de nitrógeno.

La fase anabólica se caracteriza porque hay un aumento de la fuerza o ánimo, aumento del apetito, balance nitrogenado.

examen de mama



EXAMEN DE LA MAMA

La exploración de la mama constituye una parte extraordinariamente importante del examen físico, porque  el descubrimiento  de un cáncer asintomático inicial depende totalmente de él. La mama de la mujer normal tiene volumen, forma y consistencia muy variables. La mama de la virgen es lisa, de forma cónica y consistencia  elástica firme. Muchas veces es sensible a la palpación, especialmente en fase premenstrual.  Los borde de la mama están netamente definidos y toda la estructura puede desplazarse libremente deslizándola sobre la pared torácica. En etapas posteriores de la vida, particularmente después de embarazo y lactancia, la mama sufre cambios involutivos, presenta consistencia irregular, y pierde  su borde y forma netamente definidas.  La proporción de grasa varía según el hábito general. En la persona  obesa, suele  ser voluminosa y péndula. En la mujer delgada, se vuelve pequeña y atrófica.

Inspección
La paciente, sentada, debe estar desnuda hacia la cintura. Obsérvense el volumen y simetría de las mamas. Nótese la presencia o ausencia  de cambios de color en la piel, ulceraciones, presencia de hoyuelos en la piel, edema, deformación o retracción de los pezones. Pídale a la paciente que levante  y baje lentamente sus brazos. En el curso de esta maniobra el observador ha de vigilar si hay fijación de la piel de los pezones, desplazamiento de la posición relativa de los mismos o deformación de las mamas por masas fijas.  Se inspeccionan las axilas investigando la presencia de ganglios linfáticos aumentados de volumen o infecciones superficiales.

Palpación
Lo mejor para efectuar la palpación de las regiones supraclavicular y axilar es tener a la paciente sentada. Pálpese la región supraclavicular con cuidado utilizando la punta de los dedos mientras la paciente tiene los brazos caídos. Se recomienda  repetir esta parte del examen poniéndose detrás de la paciente, como para examen de la nuca.  Los pectorales de la enferma han de estar relajado para poder palpar debidamente la axila, esto se logra manteniendo los brazos  con una mano mientras se explora la axila con la puntas de los dedos  de la otra.  Los pliegues axilares anterior  y posterior también deben palparse en esta posición.  La paciente luego se pone en decúbito supino, los hombros debe estar elevados por una pequeña almohada.  Se lleva a cabo la palpación con cuidado  y precisamente manteniendo la palma de la mano y la cara  palmar de los dedos paralelos al contorno de la mama. Pálpese primero la mama teniendo la paciente el brazo relajado a un lado, luego con el brazo encima de la cabeza. Amasando el órgano entre los dedos se percibe su consistencia general,  pero la maniobra no sirve  para descubrir pequeñas masas.

Valoración de una masa o nódulo en la mama

Localización: Suele designarse la localización de la lesión según el cuadrante de la mama en el cual se halla situada.
La lesión  ¿es simple o múltiple?: Los nódulos múltiples harán sospechar enfermedad quística o fibroadenosis benigna, un nódulo  aislado probablemente  sea neoplasico, por muy benigno que parezca a la palpación.

Sensibilidad  y consistencia  de la mama: La hipersensibilidad  a la presión debe hacer sospechar lesión inflamatoria o quística. Un nódulo irregular, duro e indoloro es característico del cáncer.

La lesión, ¿está fijada a la pared torácica?: La fijación de una lesión a la pared del tórax suele indicar carcinoma avanzado. La movilidad de una lesión se demuestra tomando  la mama entre las manos y moviéndola cuidadosamente sobre la pared torácica.

¿Hay hoyuelos en la piel?: Cuando el cáncer infiltra el tejido mamario produce acortamiento de las fibras conjuntivas que unen la piel al órgano. La consecuencia es retracción de la piel por encima del tumor. A veces puede ser manifiesta, o quizá solo se demuestre  ejerciendo ligera compresión del tejido mamario entre el dedo pulgar e índice de ambas manos.

¿Hay retracción o desplazamiento del pezón?: La necrosis grasa y el carcinoma tienen tendencia a producir desviación o retracción del pezón. La inversión del pezón es normal en algunas mujeres.

¿Están infartados los ganglios axilares o supraclaviculares?: Los ganglios neoplasico tienen dureza  característica, a veces incluso pétrea, pero cualquier hipertrofia ganglionar puede depender d un carcinoma.

lesión translucida: La trans iluminación es medio excelente de exploración, sobre todo en caso de lesiones pequeñas o dudosas. Para efectuarla lo mejor es  colocarse en una habitación  obscura con una sola luz potente dirigida hacia arriba desde debajo de  la mama. La paciente debe estar sentada. Las lesiones del cuadrante superior de la mama o las fijadas a las paredes torácicas no son adecuadas para transiluminacion, el método no puede aplicarse cuando las mamas son pequeñas y planas.  Tejido graso, quiste y la mayor parte de tumores sólidos de diámetro menor de dos centímetros se observan bien por transiluminacion. Los vasos sanguíneos los quistes llenos de sangre, los hematomas, los conductos distendidos  por secreción, la mayor parte de carcinomas y algunos tumores blandos producirán sombra si tienen diámetro mayor de dos centímetros.


Hemorragia  en el pezón
Aunque la hemorragia del pezón es síntoma poco común, siempre debe alarmarse  que suele tener la idea que la sangre esta en relación con un carcinoma. De hecho, la producen con igual frecuencia las lesiones benignas.  Las lesiones que más frecuencia se observan en relación con una pérdida sanguínea a nivel del pezón son: papilomas, mastitis quística, crónica y cáncer.
 Si se halla una masa única en caso de hemorragia, debe sospecharse con mucha probabilidad el carcinoma. El diagnostico de enfermedad quística crónica es probable en caso de nudosidad irregular difusa por toda la mama.
La biopsia es imprescindible. Si en la mama no hay ninguna masa, el estudio cuidadoso del pezón puede descubrir un conducto dilatado que nos indique  el cuadrante del cual proviene la sangre. Si no se observa un conducto dilatado, con todo cuidado movimientos adecuados para  vaciar la mama exprimiéndola hacia el pezón, a veces puede obtenerse secreción y localizar así el conducto afectado. Una vez localizado, la palpación cuidadosa de la zona  correspondiente  puede descubrir un cordón duro que se extiende en sentido radial desde el pezón indicando la presencia de un papiloma blando. La trasluminacion de la mama puede ser muy útil, sobre  todo a nivel  de la zona donde se sospecha existe el papiloma o un quiste papilomatoso.

Algunas lesiones importantes de la mama

Cáncer de mama: Cualquier  nódulo palpable de la mama puede ser por carcinoma. El diagnostico precoz debe efectuarse  descubriendo nódulos pequeños, muchas veces  perfectamente móviles,  por biopsia  hay que determinar su carácter histológico  exacto. En general, los nódulos cancerosos tienden a ser más firmes  y duros que las lesiones  quísticas o inflamatorias, y no causan dolor. Los signos físicos característicos del carcinoma de la mama solo aparecen cuando la lesión ya lleva cierto tiempo de evolución.  El carcinoma endurece  y acorta los tabiques fibrosos de la mama a medida que se desarrolla, y produce hoyuelos en la piel que lo recubre. Más tarde puede dificultar  el curso de la linfa y producir engrosamiento caneos de la piel, es la llamada piel de naranja. Puede observarse asimismo, retracción del pezón.
Se observa flujo purulento  o hematico  a nivel  de los pezones,  esto es particularmente característico del carcinoma intracanalicular.

Cáncer inflamorio: puede  haber dolor, fiebre  e hipersensibilidad que surgieren un absceso. Algunas veces, el borde que avanza del tumor infiltrante  puede ser tan intensamente rojo, sobresaliente y sensible, que parece una celulitis aguda. Esta variedad de neoplasia es más común en la mujer pre menopáusica. Puede desarrollarse durante el embarazo.


Papiloma intracanalicular: es característico de esta lesión la parición de sangre por el pezón. El examen  cuidadoso del pezón pude demostrar cuál es el conducto dilatado del cual sale la sangre. En ocasiones, facilita la observación una ligera compresión. Una vez identificado el conducto enfermo, la palpación cuidadosa de la zona vecina suele demostrar la presencia de un pequeño tumor o de un cordón delgado que se extiende en sentido radial por el tejido mamario.


Enfermedad de  paget de la mama: la enfermedad de  paget se manifiesta  por una excoriación roja  granulosa del peso, o por una lesión seca y escamosa que sangra fácilmente por contacto. A veces afecta toda  la areola. Puede percibirse un cordón fibroso que se extiende en profundidad desde el pezón por el tejido mamario. La enfermedad de paget, de la mama, se  acompaña siempre de carcinoma subyacente, que a veces puede descubrirse por palpación.
                                               

Fibroadenoma de la mama: la presencia de un tumor duro en la mama de una mujer joven, muchas veces lobulado y móvil, no doloroso, probablemente indique fibroadenoma. Estos mismos síntomas pueden depender de un carcinoma.

Adenosis  o  fibroadenosis  de mama: se caracteriza por la presencia de pequeños nódulos como perdigones dispersos en ambas mamas. Suele acompañarse  de molestia local considerable e hipersensibilidad a la palpación.


Mastitis quística crónica: produce nódulo único o múltiples difuso por ambas mamas. En ocasiones  solo está afectado  un cuadrante, lo cual hace imposible el diagnostico diferencial con el cáncer.  Casi siempre hay engrosamiento considerable  del tejido mamario  vecino, sin fijación  de la lesión, eventualmente con hipersensibilidad  a la palpación.  Los nódulos aislados requieren biopsia.

Necrosis grasosa: puede producirse a cualquier edad, generalmente se observan en mamas voluminosas, péndulas y grasas. La aparición del nódulo puede ir precedida de un traumatismo, pero no es obligado. Las características físicas de la necrosis grasosa se parecen mucho  a las del carcinoma. Puede haber retracción de la piel y del pezón, la masa es de tal consistencia que fácilmente se confunde con una neoplasia.  El proceso inflamatorio puede producir hipertrofia de  ganglios  axilares que vengan a aumentar la confusión.


Traumatismo de la mama:  Cuando un traumatismo de la mama  ha sido suficientemente intenso  para producir lesión, no ofrece duda alguna. La hemorragia y el hematoma  de la mama dan signo físico manifiesto. Frecuentemente hay una masa voluminosa  netamente hipersensible. El edema, la hinchazón y la equimosis  a veces afectan toda la mama. En unos pocos días aparecen los signos característicos de una hemorragia que se resorbe, con cambio de coloración de la piel. No es raro que después de tales  lesiones  quede una masa residual en la mama, con frecuencia  marca el principio de una necrosis grasosa. Si el tumor persiste, es necesaria una biopsia.

Mastitis: la reacción inflamatoria  del tejido mamario  es frecuente  durante la lactancia. Si depende  de microorganismo piógeno, hay reacción general  con escalofríos, fiebre y sudor. La mama afectada esta hinchada, roja e hipersensible, puede llegarse a la fluctuación y suele haber infarto de los ganglios exiliares. También  puede haber mastitis en relación con la pubertad o la parotiditis. Existe una forma del recién nacido, denominada mastitis neonatorum, en la cual por el pezón escapa un liquido blanquecino, la denominada leche de bruja.
                             

Tuberculosis de la mama: en su primera etapa puede simular la mastitis quística o el carcinoma. Por lo regular  no están afectando los ganglios linfáticos  axilares. A menos  que se descubran lesiones tuberculosas de otra localización, el diagnostico solo podrá establecerse por biopsia. La tuberculosis avanzada se acompaña  de cambios  de coloración de piel, degeneración tisular y formación de fistulas. El proceso  tiende  a ser difuso  y de límites imprecisos,  la reacción inflamatoria,  como en toda tuberculosis es fría  e indolora.

Mastodinia: a veces una paciente se queja de intenso dolor en una mama en la cual no se descubre nódulo alguno. Existe una ligera induración y el dolor aumenta  de manera característica en fase pre menstrual  El diagnostico suele establecerse por exclusión, en ocasiones el dolor es síntoma inicial de enfermedad quística.
 

Polimastia o mama supernumeraria: puede hallarse por encima o por debajo  de la mama normal, a veces existe una mama supernumeraria con ausencia de pezón.

Ginecomastia: o tipo femenino de la mama en el varón, suele ser unilateral. Su aspecto es muy característico. Debe distinguirse del simple desarrollo excesivo de grasa en la mama masculina normal. En el adulto joven, la ginecomastia suele ser simétrica e idéntica a la que se observa en la mama femenina. Si la ginecomastia es bilateral, hay que buscar una causa general. Deben examinarse cuidadosamente los testículos en busca de tumor.
Cáncer de la mama masculina: en el varón, el cáncer mamario produce un nódulo irregular y duro por debajo de la areola. Es frecuente la fijación a la pared del tórax.  Como hay muy poco tejido mamario, a veces no se desarrollan los signos más clásicos de cáncer mamario. Las metástasis axilares son precoces. 

Observación, Facies y practica




LA OBSERVACIÓN

La observación es la capacidad que tiene el ser humano de inspeccionar mediante el empleo de sus propios sentidos, con o sin ayuda de aparatos técnicos, los hechos de su interés que tienen lugar espontáneamente.
La observación es la herramienta más importante que tiene el médico para realizar parte de la historia clínica que se le realiza al paciente.

Aspectos a tomar en cuenta en la observación del paciente
-Ver sus necesidades para un cuidado adecuado
-Observar el color de piel
-Observar los signos del paciente
-Observar la atención del paciente hacia al medico
-Tener en cuenta sus emociones, diferencias y aptitudes
-Ser objetivo en lo que se ve para luego describirlo
-Observar su vestimenta
-Observar la higiene
-Observar la postura del paciente
-Observar la forma de los ojos, oídos, nariz y boca.
                 
    Facies

Facie pseudobulbar: Facies llorosa, inexpresiva, con la boca entreabierta de la que se derrama un flujo de saliva.
Facie tumoral: Perdida de los movimientos delicados de la expresión (la cara con aspecto apático, embrutecido, la mímica desaparece).
Facie pakinsoniana: Los pacientes evidencia rostro en mascara, con mirada fija sin parpadeo de reptil (piel grasosa, con excreción seborreica, cuero cabelludo, cejas y nariz.
Facie coreica: Los movimientos se localizarse  en un lado  de la cara. (Muescas, viraje y proyección de la lengua hacia fuera, movimiento de succión).

Facie  tabetica: Frecuente parálisis de los músculo  oculares .La parálisis del tercer par craneal da lugar a la facie de Huchinson .Las pupila son mioticas (signo de LEYDEN) anisocoria de contornos irregular (signo de  Bergo).

Facie acromegálica: Es caracterizada por la presencia de una prominencia en la mandíbula, macroglosia, rasgos muy toscos debido al crecimiento de los huesos y tejidos blandos, protrusión del hueso frontal, ésta se encuentra en tumores hipofisarios, los cuales producen un exceso de la hormona del crecimiento.

Facie cushingoide: Le llaman también cara de luna llena, aquí la piel es más fina y eritematosa y se observa mayor cantidad de vellos y lesiones de acné, los cuadros asociados se deben a exceso de corticoides.

Facie mixedematosa: Ésta facie está asociada a cuadros en donde hay un déficit de la hormona tiroidea, y destaca por la poca proximidad del rostro, con rasgos de hinchazón, tienen un aspecto pálido amarillento, piel áspera y pastosa, pelo escaso, macroglosia, edema peri orbitario, y con frecuencia pierden las cejas en los lados externos.
Facie adenoidea: Es de un aspecto característico de algunos niños, lo cuales tienen una expresión de desinterés, boca entre abierta, mirada ausente, y respiración oral. Producida por obstrucción crónica de la rinofaringe, la causa más frecuente es la hipertrofia adenoidea, poco a poco se van deformando las estructuras maxilares, palatinas y nasales. 
Facie cardiaca: Estos pacientes expresan ansiedad, se caracteriza por brillo en los ojos ampliamente abiertos y húmedos y retracción de los rasgos de la fisonomía.

Práctica

Observación de un paciente

Juan Gabriel Batista Espinal, de 10 años de edad, hospedado en el hospital Dr. Arturo Grullón, en sala postquirúrgica en la cama #33 se encuentra en decúbito dorsal, intervenido quirúrgicamente por adenoides y amigdalitis.

 Este presenta aspecto pálido, labios resecos, ojos cansados y apagados, poco animado, respiración lenta y vestimenta hospitalaria; presenta higiene cuidada.